Roger Federer, una de las leyendas del tenis, ha dejado la competencia profesional, pero eso no significa que haya abandonado el deporte por completo. Ahora dedica su tiempo a compartir su experiencia y conocimientos con la siguiente generación de Federers: sus cuatro hijos.
Federer, de 41 años, reveló en una entrevista con CNN que sus hijos juegan al tenis cuatro veces por semana. Aunque él no se considera su entrenador, ya que prefiere ser su padre y darles consejos desde esa posición: no soy el entrenador, soy su padre y el consejo del padre, como sabemos, solo llega hasta cierto punto. no importa si ganaste wimbledon o no, sigues siendo el padre y, a veces, no quieren escuchar lo que tienes que decir, confesó Federer.
A pesar de no ser su entrenador oficial, Federer intenta ser divertido, pero también rígido cuando es necesario. Él se involucra más como un entrenador técnico, enseñándoles todo sobre las raquetas de tenis y ayudándoles a desarrollar sus habilidades en el deporte.
El interés de sus hijos por el tenis
Federer enfatiza que no ha obligado a ninguno de sus hijos a jugar al tenis. Sin embargo, dos de ellos, Lenny y Leo, están mostrando un interés particular por el deporte. Es posible que hayan heredado el talento y la pasión de su padre, lo cual es emocionante para Federer.
El ex tenista suizo prefiere quedarse en segunda fila y permitir que sus hijos exploren el tenis por sí mismos. No quiere presionarlos ni forzarlos a seguir sus pasos, sino que prefiere apoyarlos en su propio camino deportivo.
La Fundación Roger Federer
Además de jugar con sus hijos, Federer dedica mucho tiempo a otro proyecto importante en su vida: su fundación benéfica. La Fundación Roger Federer ha ayudado a más de 2,5 millones de niños en el sur de África y Suiza, brindándoles herramientas para la educación y oportunidades para un futuro mejor.
Recientemente, Federer viajó a Lesotho, un país del sur de África, donde su madre, esposa e hijos lo acompañaron. Fue un viaje especial para él, ya que pudo compartir su trabajo caritativo con su familia y esperar encender el fuego del trabajo caritativo en sus hijos.
La Fundación Roger Federer también realiza obras de caridad en otros cinco países del sur de África: Namibia, Malawi, Zambia, Zimbabue y Sudáfrica. A través de su fundación, Federer está dejando un impacto positivo en la vida de muchos niños, brindándoles oportunidades que de otra manera no tendrían.
Aunque Roger Federer ya no juega de manera profesional, su amor por el tenis y su deseo de ayudar a los demás continúan siendo una parte importante de su vida. Ahora dedica su tiempo a jugar con sus hijos y a compartir su experiencia con ellos, mientras también trabaja arduamente en su fundación benéfica para brindar oportunidades educativas a niños desfavorecidos en África y Suiza. Federer es un ejemplo a seguir tanto dentro como fuera de la cancha, y su legado continuará inspirando a las generaciones futuras.
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