Según una investigación de la Entertainment Software Association, el hogar estadounidense medio posee al menos una consola de juegos específica, un ordenador de sobremesa o un smartphone. La tecnología móvil se está convirtiendo en una parte fundamental del sector del juego; el Grupo NPD informa de que el 63 % de los niños de entre 2 y 17 años utilizan dispositivos móviles para jugar. Aunque los juegos online pueden proporcionar una interacción social de calidad, hay un lado oscuro. Desde el ciberacoso hasta los depredadores online y los costes ocultos, hay muchas preocupaciones cuando se trata de jugar a videojuegos online. Lo más importante que pueden hacer los padres es establecer un diálogo sobre el uso online seguro a una edad temprana y basarse en eso a medida que tus hijos crecen. Si comprenden los riesgos y la importancia de la seguridad, es mucho más probable que te cuenten sus inquietudes o preocupaciones.
Ciberacoso
Para muchos niños, la capacidad de escapar a un entorno online permite huir de la vida real: nadie sabe quiénes son, a qué colegio van o qué aspecto tienen. Sin embargo, este anonimato es un arma de doble filo. Tal como señala Get Safe Online, algunos jugadores aprovechan su identidad cambiante para afligir a otros jugadores, lo que hace que el juego sea menos divertido deliberadamente. Esto podría incluir kill stealing, en el que quienes afligen matan monstruos necesarios antes de que los jugadores puedan acceder a ellos, o encadenan grupos de monstruos de alto nivel a los jugadores de nivel inferior, lo que hace que mueran.
En algunos casos, esta aflicción deriva en ciberacoso. Hay varias formas habituales, como susurrar directamente mensajes hirientes y dañinos a los jugadores, o enviar spam con comentarios despectivos sobre sus víctimas a canales de chat mundiales. Según Stay Safe Online, es fundamental que los niños y los padres comprendan sus opciones. La mayoría de los juegos permiten a los jugadores bloquear conversaciones y mensajes de otros usuarios y, en algunos casos, los comentarios o las acciones de los matones pueden ser una violación de las condiciones del servicio del juego. Siempre es una buena idea anotar o realizar una captura de pantalla de cualquier conversación ofensiva e informar de ella a los administradores del juego.
Problemas de privacidad
Stay Safe Online recomienda que los niños nunca creen nombres de usuario que sean derivados de sus nombres reales, o que pudieran proporcionar su ubicación o edad. Según US-CERT, la naturaleza social de los juegos online permite a los cibercriminales manipular las conversaciones. Pueden elegir a tu hijo en un canal de chat general y luego empezar a enviarle mensajes personales que piden información personal detallada. Al juntar datos de los juegos y de otras fuentes, los hackers pueden crear cuentas en nombre de tu hijo o acceder a cuentas existentes. Nunca proporciones ningún tipo de información personal y asegúrate de que los nombres de usuario y las contraseñas son diferentes en los distintos juegos y sitios de juego.
Información personal que se deja en consolas y ordenadores de sobremesa
Otro peligro de los juegos online proviene de las consolas o los propios ordenadores de sobremesa. Cuando han perdido su utilidad, muchas familias llevan estos dispositivos al centro de reciclaje de dispositivos electrónicos local o los venden en sitios de intercambio. Los usuarios a menudo olvidan eliminar sus archivos e información personal, lo que, a su vez, pone en riesgo su economía y su vida privada. Debes borrar todos los datos personales de las consolas de videojuegos, tablets y smartphones y, a continuación, realizar un restablecimiento de fábrica. Las herramientas o procedimientos específicos necesarios pueden variar según el tipo de dispositivo, por lo que es importante investigar al respecto para cada dispositivo. Además, recuerda que algunos dispositivos podrían incluir zonas de almacenamiento que no se ven afectadas por las funciones de borrado del dispositivo. Si el dispositivo incluye unidades de almacenamiento compatibles con ordenadores de sobremesa (por ejemplo, tarjetas SD), conéctalas a tu ordenador y elimina los datos de forma segura. En el caso de ordenadores de sobremesa, no confíes simplemente en la función eliminar o incluso en el formateo, ya que estos no eliminarán los datos de la unidad. En su lugar, debes utilizar un programa que elimine los datos sobrescribiendo los datos varias veces.
Preocupaciones relacionadas con las webcams
Como señala Business Insider, el año pasado se piratearon más de 4500 webcams en Estados Unidos, y se transmitieron a un sitio web ruso. Los atacantes pueden controlar y utilizar cualquier dispositivo conectado, como una webcam o un dispositivo de audio, para aprovecharse de tus hijos. Para ayudar a mitigar este riesgo, asegúrate de analizar el sistema en busca de malware con regularidad, y asegúrate de que el ajuste predeterminado de tu webcam es la opción de apagado.
Depredadores online
Generalmente, los depredadores online son antiguos jugadores que utilizan los videojuegos para atraer y manipular víctimas más jóvenes. El resultado final puede ser mensajes inapropiados, conversaciones mediante webcam o incluso encuentros en persona que podrían llevar a la explotación sexual. Según Internet Safety 101, los juegos online dan la oportunidad a los depredadores de crear una especie de experiencia online compartida y de convertirse, de hecho, en un defensor o compañero de equipo del niño. Tras derrotar a un jefe duro o explorar una nueva área del juego, los depredadores crean un vínculo con los jugadores más jóvenes y establecen un conjunto de experiencias comunes que conducen a más preguntas personales. En muchos casos, los depredadores procuran volver a los niños contra sus padres y asumir el papel de la única persona que realmente les entiende. Luchar contra este problema supone hablar con tus hijos sobre los riesgos que corren online y supervisar su juego atentamente.
Cargos ocultos
Algunos juegos online utilizan el modelo freemium, lo que significa que te proporcionan algunos contenidos de forma gratuita, pero requieren de un pago para acceder a otras partes del juego. Como señala Mashable, por ejemplo, los usuarios de Windows 10 tienen que pagar para jugar a ciertos modos de juegos clásicos sin la interrupción de anuncios. O un jugador podría utilizar dinero real para comprar una espada virtual o una pieza de una armadura, o acumular cargos en la tarjeta de crédito para adquirir oro o experiencia para sus personajes.
En la mayoría de los casos, estos juegos requieren una tarjeta de crédito para registrarse y empezar a jugar, y el cargo se produce automáticamente si los usuarios deciden comprar nuevos artículos o servicios. Nunca des tu número de tarjeta para ningún juego freemium. Incluso si tu hijo juega a juegos más tradicionales basados en suscripciones, es una buena idea comprobar regularmente las facturas de tus tarjetas de crédito para asegurarte de que no te están cobrando compras que no has aceptado realizar. Si permites que tus hijos utilicen tu smartphone o tablet, deberías plantearte seriamente la posibilidad de desactivar las actualizaciones de las aplicaciones para evitar que tus hijos acumulen facturas enormes de compras desde las aplicaciones sin siquiera darse cuenta.
Malware
Los troyanos pueden modificar una aplicación legítima y cargar la versión maliciosa en Google Play o en otro mercado legítimo. PC World informó de un ejemplo reciente de esto: al descargarlo, el troyano se ejecuta y es capaz de tomar el control del dispositivo Android de un usuario y de convertirlo en parte de un botnet mayor. El malware funciona con un temporizador de retardo, por lo que las víctimas no sospechan que su juego online es la fuente. De esto aprendemos que siempre hay que tener cuidado con las aplicaciones que descargamos. Las aplicaciones pueden parecer legítimas o hacerse pasar por aplicaciones legítimas. Por lo tanto, es importante leer los comentarios, investigar a los desarrolladores y asegurarse de que cualquier aplicación es segura antes de descargarla en el smartphone. Y solo se deben descargar aplicaciones procedentes de fuentes fiables.
Asegúrate de ser quien aprueba todas descargas móviles, y dedica el tiempo necesario para instalar un analizador de antimalware móvil acreditado, a fin de que puedas revisar periódicamente todos los dispositivos de tu hogar. Al jugar online, no todo es diversión y juegos. Los niños corren el riesgo de sufrir acoso, robo de identidad, fraudes de tarjetas de crédito e incluso explotación sexual. Asegúrate de hablar con tus hijos acerca de estos riesgos.
Solo mediante el establecimiento de un diálogo a una edad temprana, estarán preparados para evitar estas amenazas. No salgas perdiendo: busca signos de advertencia, comprende los riesgos e interésate de forma activa en los hábitos de tus hijos con respecto a los juegos online.
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