El 16 de noviembre de 2003 es una fecha que quedará marcada en la historia del fútbol. Fue el día en que un joven argentino llamado Lionel Messi hizo su debut como profesional con la camiseta del Barcelona. Aunque han pasado más de 20 años desde aquel momento, parece que fue ayer cuando presenciamos los primeros destellos del talento excepcional que Messi posee.
El debut en un amistoso ante el Porto
El debut de Messi se produjo en un partido amistoso contra el Porto, dirigido por el famoso entrenador José Mourinho. Fue el técnico holandés Frank Rijkaard quien decidió darle la oportunidad al joven talento en el minuto 75 de la segunda mitad, sustituyendo a Fernando Navarro.
En tan solo quince minutos, Messi dejó claro que era alguien especial. Su regate y velocidad endiablada sorprendieron a todos los presentes, incluido el propio Mourinho. Aquella noche, Messi revolucionó el partido y demostró que estaba listo para enfrentarse a los mayores desafíos del fútbol.
El respaldo de sus compañeros y su familia
Messi no estuvo solo en su debut. Viajó a Oporto junto a su padre, su madre y uno de sus hermanos. Solo ellos sabían cuánto había luchado para poder hacer realidad su sueño de jugar como jugador del Barcelona. Después de tres años en la cantera de La Masía, Messi hizo historia al debutar con tan solo 16 años y 145 días, superando a leyendas del club como Carles Rexach, Xavi Hernández y Pep Guardiola en precocidad.
En aquel vuelo también viajaban otros jugadores del Barcelona, como Xavi Hernández, Gabri y Luis Enrique Martínez. Todos ellos apoyaron a Messi en su debut y reconocieron su talento excepcional. Fue el comienzo de una amistad y una conexión que se fortalecería a lo largo de los años y que daría grandes frutos para el club.
El inicio de una leyenda
Después del partido, Rijkaard no pudo evitar elogiar a Messi y reconocer su potencial. La prensa también se interesó por el joven argentino, quien, tímidamente, expresó su deseo de jugar en la Primera División algún día. Sin duda, nadie imaginaba en ese momento la magnitud de lo que estaba por venir.
Messi demostró desde el primer momento que estaba destinado a marcar una época en el fútbol. Su debut fue solo el comienzo de una carrera llena de éxitos y récords. Con su camiseta número 14, un homenaje al legendario Johan Cruyff, Messi regateó a dos rivales apenas salir al campo y dejó a todos con la boca abierta. Esa noche, el Barcelona y el fútbol en general cambiaron para siempre.
Desde entonces, Messi ha dejado una huella imborrable en el fútbol mundial. Ha ganado innumerables títulos y premios individuales, y ha roto récords que parecían inalcanzables. Su habilidad, visión de juego y capacidad goleadora lo han convertido en uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos.
El debut de Messi como profesional en el Barcelona marcó el inicio de una leyenda. Aquel joven argentino de 16 años y 145 días se convirtió en el referente del fútbol mundial que conocemos hoy en día. Su talento innato y su determinación lo llevaron a superar todas las expectativas y a escribir su propio capítulo en la historia del deporte.
Desde aquel debut en 2003, Messi ha seguido sorprendiendo al entorno con su juego y ha dejado una marca indeleble en el Barcelona y en el fútbol en general. Su legado trascenderá generaciones y su nombre será recordado como uno de los más grandes de todos los tiempos.
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