El fútbol es un deporte que ha capturado el corazón de millones de personas alrededor del entorno. Desde jóvenes hasta adultos, muchos disfrutan de ver y jugar este hermoso deporte. Pero, ¿qué sucede cuando uno envejece y aún tiene la pasión por el fútbol? En este artículo, conoceremos la historia de Robert Carmona, el abuelo que juega fútbol a sus 61 años.
Una carrera llena de récords
Robert Carmona nació el 30 de abril de 1962 en Montevideo, Uruguay. Desde su debut en 1976, ha jugado en casi 50 clubes en diferentes países como España, Italia, Uruguay y Canadá. Con más de 2200 partidos disputados, Carmona ha dejado una huella en el entorno del fútbol.
A lo largo de su carrera, ha presenciado muchos cambios en el juego y en el reglamento. Aunque ha habido modificaciones en las sustituciones y la implementación del VAR, Carmona destaca que la esencia del fútbol sigue siendo la misma. Sin embargo, lamenta la falta de respeto y el desinterés de las nuevas generaciones por el juego y por los valores que representa.
Además de su larga trayectoria, Carmona ha tenido que lidiar con numerosas lesiones a lo largo de su carrera. Desde fracturas expuestas hasta operaciones en los ojos, ha superado cada obstáculo con determinación y pasión por el deporte.
El abuelo versus el japonés
Si bien muchos reconocen a Kazuyoshi Miura como el futbolista más longevo del entorno, Carmona asegura que él es el verdadero récord Guinness. Con 56 años, Miura es conocido por su longevidad en el fútbol, pero Carmona, con sus 61 años, afirma que es el más viejo en actividad.
Carmona ha recibido dos récords Guinness en 2014 y 2015, pero no sin luchar. Tuvo que enfrentarse a la discriminación y la falta de reconocimiento por parte de los organizadores del récord. Aunque ha logrado obtener esos dos galardones, sigue jugando y batiendo récords hasta el día de hoy.
Una vida sana y un futuro prometedor
La clave para que Carmona siga en actividad a sus 61 años es llevar una vida sana. Ha aprendido a cuidarse, a tener una buena alimentación y a descansar adecuadamente. Además, ha dejado de salir de fiesta por las noches, priorizando su carrera en el fútbol.
Actualmente, Carmona juega en el C.D Iraklis de España, pero planea volver a Uruguay para jugar en su equipo, el Club Social y Deportivo Hacele Un Gol A La Vida, de la Primera D uruguaya. Junto con su socio y la presidenta del club, tienen grandes proyectos para promover una vida sana y valores a través del fútbol.
El legado continúa
El retiro no está en los planes de Carmona. A sus 61 años, sigue jugando y demostrando que el amor por el fútbol no tiene edad. Su legado es un ejemplo de dedicación, pasión y perseverancia.
La historia de Robert Carmona, el abuelo que juega fútbol, es inspiradora. Nos muestra que la pasión por el deporte no tiene límites y que, con determinación y una vida sana, se pueden lograr grandes cosas. Carmona es un ejemplo para todos aquellos que aman el fútbol y desean seguir jugando, sin importar la edad.
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