En el entorno del fútbol existen historias sorprendentes y peculiares que nos demuestran que no siempre se necesita tener habilidades excepcionales con la pelota para destacar en este deporte. Un claro ejemplo de esto es Carlos Henrique Raposo, conocido como el kaiser, quien logró una carrera de futbolista profesional durante 13 años sin saber jugar y fingiendo constantemente lesiones.
Un apodo legendario
Carlos Henrique Raposo, nacido el 2 de abril de 1963 en Brasil, recibió el apodo de el kaiser debido a su parecido físico con el legendario jugador alemán Franz Beckenbauer. A pesar de no tener ninguna habilidad destacada en el fútbol, logró vincularse con varios clubes importantes gracias a sus amistades en el deporte, como Carlos Alberto Torres, Ricardo Rocha, Romário, Renato Gaúcho y Edentorno.
La estrategia de el kaiser consistía en simular lesiones para evitar saltar al campo de juego y presentarse a los entrenamientos. Durante su carrera, jugó en equipos como Puebla de México, Botafogo, Flamengo y Fluminense de Brasil, América y El Paso de Estados Unidos, y Gazélec Ajaccio de Francia.
En el documental the greatest footballer never to play football, Ricardo Rocha, ex futbolista del Real Madrid, recuerda a el kaiser como una figura icónica del fútbol mundial, pero con un único problema: no sabía jugar con el balón.
La venganza contra los clubes
Carlos Henrique Raposo vio en su estrategia de fingir lesiones una forma de vengarse de los clubes que engañaban a los futbolistas. Según sus propias palabras en el documental, él fue el único que decidió tomar cartas en el asunto y poner fin a esta situación.
En cuanto a la reacción de sus compañeros de equipo, Raposo afirma que todos eran conscientes de su farsa, pero que eran amigos suyos y nadie lo persiguió. Incluso los periodistas, a quienes pagaba para que publicaran reportajes sobre él, no lo delataron.
Engañando a los médicos
Una de las tácticas más audaces de el kaiser consistía en engañar a los médicos de los clubes. En una ocasión, cuando el equipo en el que militaba realmente quería que jugara, Raposo utilizó un informe médico falso que indicaba un problema dental como la razón de sus constantes lesiones. Esta mentira le permitió mantener su farsa y evitar jugar.
Incluso llegó a contar una anécdota en la que en otro club contrataron a un sacerdote para realizar rituales de magia negra con el objetivo de sanar sus supuestas lesiones. Sin embargo, Raposo decidió devolverle el dinero al sacerdote y confesarle que no necesitaba su ayuda, ya que su intención era permanecer lesionado por el resto de su vida.
Una adicción a las mujeres
Además de su engaño constante en el fútbol, el kaiser confesó ser adicto al sexo y aseguró haberse acostado con al menos tres mujeres al día durante su carrera. Según él, ser jugador de fútbol lo convertía en un imán para las mujeres, y esta adicción fue parte de su estilo de vida mientras fingía estar lesionado.
La historia de Carlos Henrique Raposo, el kaiser, es una de las más sorprendentes y peculiares del fútbol mundial. A pesar de no tener habilidades con la pelota, logró una carrera como futbolista profesional durante 13 años fingiendo lesiones y sin jugar. Su estrategia de engañar a los clubes, médicos y vivir una vida de excesos con las mujeres lo convierten en un personaje único en la historia del deporte.
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